Nunca deberíamos esperar a que sucedan cosas malas para hacer cosas mejores. De hecho, haciéndolas desde un principio minimizamos el impacto de los infortunios que, queramos o no, han de llegar. Más nuestra preparación integral hará que salgamos bien librado de todo. El uso de un Nebulizador es parte de esos aportes para con nosotros mismos.
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El Nebulizador como necesidad
Un nebulizador es un Instrumento que de común se coloca en la boca de un recipiente, para pulverizar o esparcir un líquido en gotas muy finas. En algunos países a este adminículo se le conoce como atomizador o spray, aunque es más aceptada la palabra nebulizador por ser mucho más prolija.
Con él se puede limpiar y desinfectar (hasta desodorizar) una gran cantidad de elementos de uso diario y que de una u otra forma tendrán contacto con las personas. Ello sucede de forma rápida, eficiente y segura, pudiendo quitar bacterias, gérmenes, malos olores y esterilizar todo tipo de artículo antes del próximo uso.
Su uso en las peluquerías
Transportando la situación anterior podemos decir que un nebulizador en una peluquería o barbería aplica efectivamente ya que acomete una limpieza rápida, eficaz y comprobable en los artículos de peluquería, desde tijeras, peines, máquinas de afeitar y sillas, entre cliente y cliente que asista a la misma a que le hagan cualesquiera de los servicios propios del lugar.
Ello garantiza que además del servicio profesional se cumpla una higiene fiable y segura aún la velocidad con la que se hace. Debemos entender que el comercio se estará recuperando paulatinamente y cuando la normalización se ajuste en realidad, este proceso de desinfección con el nebulizador perdurará, supliendo el no efectivo trapito o escobillón que otrora se usaban en las barberías.
Más lugares, más personas, mayor uso del nebulizador
Las peluquerías son el negocio más prolijo en el mundo, desde los grandes salones lujosos y multipropósitos, las franquicias especializadas como los pequeños negocios particulares y también quienes trabajan desde casa realizando cortes, secados y demás. No sólo ofrece gran cantidad de empleo sino que poseen el mayor contacto por más tiempo con las personas.
Saliéndonos de la caja del virus COVID 19, debemos pensar que la higiene va más allá y por ende las empresas han diseñado productos para ampliar los niveles de protección, como hemos leído y apoyamos en esta página que versa sobre el tema y productos también útiles para el área de peluquería.
De hecho, para finales de los años 80 y principios de los 90’s, se solicitaba maximizar la higiene en las peluquerías y barberías por riesgos de contagio del VIH. Ello coadyuvo a la causa pero faltaban mejores métodos para hacer más práctico y veloz el proceso y así no afectar la productividad. Digamos que el nebulizador vino a resolver una deuda de ingenio que se tenía para con los comercios y en mayor grado para con los usuarios que somos todos.
Ventajas de un nebulizador en una peluquería
- Desinfecta artículos y desinfecta el aire.
- No es nocivo ni molesto para personas y/o animales.
- Rápido uso apenas adquirido, se transforma en una segunda naturaleza.
- Ajustable a todo tipo de productos, aromas, componentes y elaboraciones que se necesite difuminar para la mejor y mayor desinfección de las peluquerías.
- El nebulizador puede ser de varios tipos, tanto eléctricos (de cable), de baterías (portátil) y/ o recargable vía USB.
- Puede ayudar a revertir los aromas de diversos químicos o spray que se utilizan en los salones de belleza. Incluso algunos que son catalogados como propensión a la toxicidad, según su nivel de uso.
- Ayuda en la eliminación de grasas, sudores, hongos, bacterias, caspa y el polvo que se adhiere a la piel y a los folículos, que llega a los utensilios de peluquería.
- El uso frecuente y eficaz del nebulizador será contribuyente en el cuidado responsable de la salud de la clientela y de los profesionales de la belleza que laboran en una peluquería y por ende, del contacto con el exterior.
- Cumplirá los parámetros de salud exigidos tanto por la OMS y los ministerios de salud para con los recintos cerrados donde asiste un amplio flujo de personas.